sábado, 21 de noviembre de 2015

Qué lugar ocupa en la distribución espacial de los instrumentos de la orquesta.



Si miramos desde el podio del director o desde el patio de butacas, la tuba suele estar colocada arriba a la derecha, sentada a continuación de los trombones, concretamente al lado del trombón bajo, con el que forma un equipo inseparable. Esto es lo más habitual, aunque en algunas obras su colocación es distinta a requerimiento del compositor. Un ejemplo de esto puede ser “El sueño de una noche de verano” de Mendelssohn, en donde no hay trombones y suele estar sentado al lado de las trompas, si bien hay que decir que esta obra fue originalmente escrita para “oficleido”, aunque ahora se toca con la tuba. Pocas veces podemos encontrar obras donde haya dos o más tubas, por lo que es de los pocos instrumentos de la orquesta que suelen estar solos. Concretamente Berlioz (“Sinfonía Fantástica”, “Requiem”, “Gran Misa de Difuntos”, etc.) y Richard Strauss (“Así habló Zarathustra”, “Sinfonía Alpina”) son dos de los pocos compositores famosos que emplearon dos o más tubas (más de dos, concretamente seis, sólo en el “Requiem” de Berlioz). Cuando es así se colocan uno al lado del otro en su mismo emplazamiento habitual, a excepción del Réquiem, donde están distribuidas en diversas fanfarrias que se tocan desde los palcos del teatro.


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