sábado, 21 de noviembre de 2015

La Tuba


Lesiones en los músicos



Las lesiones son un problema de salud frecuente en los músicos, principalmente las que se relacionan con el sistema músculoesqueletico es decir las que afectan a tendones y músculos. Algunas de los procesos más frecuentes que se presentan en estos profesionales son la epicondilitis, la epitrocleitis y las lesiones por sobrecarga de los músculos del brazo como el bíceps y el tríceps. También son habituales las contracturas de la región del cuello.1 2 3 "Cómo tocar sin dolor, tu cuerpo tu primer instrumento. Ejercicios para la prevención y tratamiento de lesiones en músicos". Tomás Martín López.

Desde el punto de vista estadístico, los músicos constituyen un grupo que presenta un importante riesgo de enfermedades laborales. Sin embargo, el problema no ha sido ni suficientemente entendido ni tratado. Además, la mayoría de los músicos parece no estar lo debidamente sensibilizada como para reclamar instrucción y asistencia en el terreno del mantenimiento y la mejora de sus cualidades físicas y psíquicas relacionadas con su profesión.
Si bien es cierto que se ha avanzado en alguno de los aspetos relacionados con la promoción de la salud del músico, los progresos en el campo de la prevención continúan siendo muy limitados. Por lo general, el músico desconoce los riesgos a que está expuesto o no dispone de los recursos para prevenirlos.
La mayor parte de los afectados son músicos de entre 30 y 40 años cuya enfermedad viene dada por el constante trabajo repetitivo, principal causante de las lesiones. El trabajo repetitivo va acompañado de tensión muscular al tocar el instrumento, lo cual potencia el riesgo de padecer lesiones. El número de lesiones puede reducirse si se presta atención a la formación preventiva, la cual debería estar presente desde los primeros años de enseñanza de un instrumento.



Lesiones más frecuentes

Consisten principalmente en las siguientes:
Bursitis: Es la inflamación de pequeñas bolsas llenas de fluido que facilitan el movimiento.
Tendinitis: Inflamación de cualquier tendón. Los síntomas y las causas pueden variar dependiendo del tendón afectado.
Tenosinovitis: Es un daño producido por un esfuerzo repetitivo que provoca la inflamación de la membrana sinovial que recubre un tendón.
Las entidades más habituales son la epicondilitisepitrocleitisdedo en resortesíndrome del tunel del carpo y Tenosinovitis de estiloides radial (tendinitis de De Quervain), que es una tenosinovitis que afecta a la vaina común del tendón del musculo abductor largo del pulgar y del músculo extensor corto del pulgar.

Aspectos importantes

El sistema más afectado es el musculoesquelético
Los factores de riesgo más identificados son la edad (30-40 años) y el tiempo de dedicación.
Un alto porcentaje de músicos convive con molestias buena parte de su carrera
El músico es poco consciente de los problemas relacionados con la salud laboral.
Las zonas más afectadas son las extremidades superiores y la columna cervical.
Los hombres presentan con más frecuencia problemas de sobreesfuerzo y las mujeres de problemas posturales.
En el campo de la prevención hay que advertir tanto a los jóvenes como al profesorado.
Cada uno de los instrumentos musicales favorece un tipo de lesión específica.

Obras del repertorio orquestal donde aparecen sus más famosas intervenciones


Berlioz: “Sinfonía fantástica” (Dies Irae)
Mussorgsky- Ravel: “Bydlo” (“Cuadros de una exposición”)
Wagner: “Los Maestros Cantores de Nuremberg”, “Lohengrin”, “La Walkiria”
Gershwin : “Un americano en París”
Mahler : “Sinfonía nº1, “Titán”

Stravinsky : “Petruchka”Silvestre Revueltas: “Sensemayá”

¿Por qué la elección de este instrumento? ¿Lo volvería a elegir?


La tuba es un instrumento que, en general, más bien te elige a ti. En las bandas, a los niños más grandes, o a los que “no pueden tocar otro instrumento”, se les intenta convencer para que toquen la tuba. El rechazo de los padres es casi siempre general, pues no se resignan con ver a su niño “cargado con eso toda la vida”, pero la constancia y la necesidad de los directores, consiguen convencer, tanto a los niños (a veces fácilmente), como a los padres (algo bastante más complicado).

Este no fue mi caso. Siempre me ha interesado mucho menos el aspecto físico que el interior de las personas, y esto también se podría aplicar a mi historia de amor con la tuba. Dentro de ella se esconde un montón de melodías, ritmos y sonidos diversos, que hay que saber sacar con gran esfuerzo a veces, o con delicadeza otras. Es un reto personal poder hacer llegar tus sensaciones con un instrumento tan peculiar y poco conocido como es este. Cuando en la Banda Primitiva de Lliria, donde empecé a estudiar, me preguntaron qué instrumento quería tocar, yo respondí que uno de metal. Pero en ese momento no estaban disponibles y me dieron un clarinete. Nunca lo estudié más de dos minutos seguidos, porque entonces no me gustaba. Así estuve un año, hasta que Francisco Ramos Rioja (mi primer profesor) me dijo que si quería tocar el bombardino. Inmediatamente dije que si y lo empecé a soplar con muchas ganas. Pero a los tres meses, le dije que para tocar ese instrumento, que no era ni muy grande ni muy pequeño, prefería tocar la tuba. Creo que fue la primera vez en su vida que alguien le decía eso. Yo pienso que tiene algo que ver la genética, pues mi bisabuelo por parte materna, Salvador Navarro Brell, tocó la tuba como aficionado en la misma banda en la que yo empecé, y uno de sus nietos, Salvador Navarro Más, es en la actualidad tuba de la Banda Municipal de Barcelona. Por lo tanto, pienso, que no de la misma manera que a otros, pero, en definitiva, también la tuba me eligió a mí.

Grandes Interpretes de la Tuba

Gene Pokorny



Walter Hilgers

Jon Sas


Sam Pilafiam



Historia de la Tuba

La tuba actual ha sido el último desarrollo musical dentro  de la familia de los bugles de llaves. Dentro de sus características, se encuentran ser el instrumento de mayor tamaño de los denominados viento-metal y uno de los más jóvenes en ser añadidos a la orquesta sinfónica moderna, ya que la forma actual de la tuba,o bajo, se patentó en el año 1845, aunque el primer instrumento reconocido como tuba surgió en 1835.
Hasta llegar a la tuba, han tenido que pasar varios instrumentos, como su antecesor, el oficleido y antes de este, el serpentón. Pero todos estos instrumentos junto a los demás de viento-metal actuales, descienden del antiguo bugle medieval. Este primer instrumento proviene de la palabra latina “buculus” o “boculos”, que significa “toro joven”. El bugle provenía de los cuernos de distintos animales, donde aparte de ser usados como instrumentos, también se podían usar como vasos para la bebida. Otra versión del bugle, pero a mayor tamaño, era el Oliphant, proveniente de los colmillos de los elefantes. Estos instrumentos se hacían sonar como señal de aviso por los caballeros de la Edad Media. El olifante era un símbolo de autoridad, y solían estar ricamente decorados con franjas ilustradas con diversos motivos.
En el siglo XI, existía un bugle con agujeros llamado corneto, siendo un antepasado de la corneta. Pero unos siglos después, en el XVI exactamente, se desarrolló una corneta tenor entonada un quinto por debajo del triple normal. Este instrumento no tenía mucha fama por su sonido desagradable, hecho que dio el origen del serpentón como una evolución de la corneta tenor.
El serpentón surgió en el año 1590 por Edme Guillaumé, un canónigo francés de Auxere. La función de este nuevo instrumento consistía en el apoyo al coro como alternativa al órgano y como bajo continuo en los conjuntos instrumentales. Aunque más tarde, pasó a formar parte de los grupos de música militar en su función de registro grave junto al fagot y el trombón bajo, extendiéndose por otras zonas europeas, incluyendo el Reino Unido. Como dato histórico, se sabe que en la banda musical del ejército napoleónico formaban parte dos serpentones.
Los primeros serpentones, se fabricaron a partir de dos piezas de madera de nogal ensambladas y recubiertas de cuero negro, para darle mayor solidez, junto a una boquilla de marfil en forma de media taza invertida o bien de una boquilla propia de la trompa montada sobre un tudel metálico. Los primeros modelos tenían sección cónica, seis orificios de digitación divididos en grupos de tres y carecían de agujero del pulgar. Dadas las dimensiones del serpentón, un tubo cónico de 213cm, se optó por construirlo en forma de doble S.
A finales del siglo XVIII, los orificios de digitación sufrieron modificaciones, añadiendo hasta un total de catorce llaves metálicas. Evidentemente, todos estos cambios condujeron, además de al surgimiento de un considerable número de virtuosos especializados, a la edición de obras específicas y, entre ellas, a la publicación de diversos sistemas de tablatura durante los siglos XVIII y XIX. Junto a estas modificaciones, surgió una considerable variedad de serpentones, como el “Ophibaterion”, el “Bass Horn”, el “Basse-con” y el “serpent militaire”.
Buena muestra de su progresivo afianzamiento en la orquesta son los trabajos de reconocidos autores como Wagner, Berlioz, Bellini, Rossini y Mendelssohn. También Joseph Haydn lo incluyó en algunas de sus obras de finales del siglo XVIII. Según algunos autores, la utilización del serpentón no se debía siempre a sus cualidades sonoras, sino al hecho de que en la época no existía una alternativa mejor. De hecho, las declaraciones de varios compositores del momento no ofrecen dudas respecto a la consideración que les merecía.
Berlioz dijo en una ocasión: “El timbre bárbaro de este instrumento habría sido mucho más apropiado para los cultos sanguinarios de los druidas que para las ceremonias de la religión católica. Sólo existe una excepción a esta norma, y es el caso en el que el serpentón se emplea en las misas de difuntos para reforzar el terrible canto del “Dies Irae”. Entonces, no cabe duda, su aullido frío y abominable ocupa el lugar apropiado”.
Tras su periodo de difusión, en el siglo XIX comenzó su “declive”, con discursos de músicos célebres, como el anterior de Berlioz, en contra de su presencia en las orquestas románticas a favor de otros timbres bajos de mayor potencia. Aunque el serpentón siguió evolucionando hasta el oficleido con más llaves y pasando de la madera al metal, al final será la tuba contrabajo y toda la familia de los saxhorns quienes ocuparán su lugar en la música romántica.
En la época contemporánea, a pesar de que durante gran parte del siglo XX permaneció en el olvido, el serpentón renació durante la década de 1970 y tomó dos direcciones. Por un lado, los intérpretes integrados en la llamada corriente historicista recuperaron el repertorio y los instrumentos originales. Por otro, los nuevos tiempos han brindado a los ejecutantes una gran libertad para explorar nuevas vías expresivas. Entre los compositores que trabajan de forma habitual con este instrumento se cuentan los británicos Clifford Bevan, Simon Proctor y Robert Steadman.
En la actualidad, el serpentón goza de una destacada presencia en ámbitos musicales muy diferentes. Así, se puede encontrar, por ejemplo, en bandas sonoras de películas, en piezas de música litúrgica, en sintonías de anuncios de televisión, en orquestas sinfónicas o en el jazz. En los largometrajes, algunos compositores como Jerry Goldsmith apostaron por el serpentón, que puede oírse en películas como “Tora! Tora! Tora!” (Richard Fleischer, Toshio Ma-suda y Kinji Fukasaku, 1970), “Alien” (Ridley Scott, 1979) o “Los héroes del tiempo” (Terry Gilliam, 1981).
En 1821, la innovación tecnológica aplicada al serpentón dio lugar a un instrumento nuevo, el oficleido, inventado por el constructor Jean Hilaire Asté (Halary). Este francés pretendía fabricar un instrumento que combinara la sonoridad del serpentón con la simplificada forma de la trompa baja y el mecanismo propio del fiscorno. Su innovadora propuesta permitió no sólo aumentar el tamaño de los orificios de digitación, sino también incrementar su número de forma progresiva. El oficleido sustituyó al serpentón en las bandas y orquestas, pero también él fue relevado de los escenarios por el eufonio y la tuba.
El origen del oficleido se encuentra en el bugle de llaves, instrumento originado en 1810 y patentado por Josph Halliday. Este, introdujo ciertas mejoras, introduciendo las llaves al bugle, de ahí que se llame bugle de llaves. Este instrumento, fabricado en cobre, tuvo éxito y consecuentemente, introducido en la banda y orquesta como metal soprano llevando la línea de la melodía.
Con el virtuosismo del bugle de llaves y una propuesta de Halliday a Halary, con el fin de copiar su instrumento, se creó el oficleido bajo junto a dos instrumentos más, el clavitude y el quinticlave, que se convirtió en el oficleido alto. El oficleido bajo estaba fabricado en bronce con perfil cónico y entonado en Do o Sib. Su forma característica consistía en que estaba doblado por la mitad, de diámetro cada vez mayor desde la embocadura hasta la campana y con llaves que abren y cierran el paso del aire. Originalmente, se construyó con 9 llaves, ampliadas a 12 más tarde. El punto más débil del oficleido era la afinación.
Al oficleido se le unió un oficleido monstruo o contrabajo, entonado en Fa o Mi b. El sonido de este nuevo instrumento era un volumen inmenso con un tono pulido. El desarrollo del oficleido, llevó a la creación del “Bombardón”, un oficleido con 12 llaves. Aparte de esta variedad francesa, existe la versión inglesa que consistía en construir el oficleido de madera. Además de estas dos variedades, hay que añadir otras versiones del oficleido como el “Omnitón” o la “Tuba-Dupré”.
El tono del oficleido gustó más que el del serpentón. Como consecuencia, entró a formar parte de la banda y de la orquesta, sustituyendo al serpentón. La utilización de este instrumento en algunas obras destacadas son en “Sueño de una noche de verano” de Mendelssohn, donde el oficleido imita el sonido de un asno, y en la “Sinfonía Fantástica” de Berlioz, usando 2 oficleidos. A todo esto, hay que decir que el nombre del oficleido viene del griego ophis=serpiente y ciéis=llave. Su permanencia en las orquestas duró hasta 1850, cuando la tuba le sustituyó.
El primer instrumento con el nombre de tuba, se patentó el 12 de septiembre de 1835 por los fabricantes de instrumentos alemanes Wilhelm Wieprecht y Johann Moritz. Esta primera tuba, entonada en fa y con 5 válvulas berlinesas, era una mezcla del mecanismo de pistones inventado por Stölzel, adaptado al bass-horn. Su creación se debe a la necesidad de reunir un instrumento con unas características armónicas, musicales y técnicas acordes al romanticismo, ya que ningún antecesor suyo las reunía.
Diez años después de la primera patente de tuba, un fabricante de instrumentos belga, Adolph Sax, perfeccionó esa primera tuba entonándola en Si b y modificando su forma, siendo esta la forma actual desde el año 1845. El tamaño oscila entre los 3 y 5 metros de longitud ensanchándose progresivamente desde la boquilla hasta la campana, al mismo tiempo que se enrosca sobre sí misma.
A partir del año 1869 es cuando este instrumento comienza a tener un papel relevante en la música orquestal de Richard Wagner. Aunque unos años antes, en 1862, la obra “Triunfo del Amor” del inglés Wallace, es considerada una de las primeras en usar la tuba en su composición.
Dentro de las tubas, se puede diferenciar la tuba tenor o bombardino entonada en Si b o Do, la tuba baja en Fa y Mi b, siendo la sucesora del oficleido bajo, la tuba contrabajo en Do o Si b y la tuba doble llamada así por combinar una tuba baja y contrabajo en Fa/Do y Fa/Si b.
Las variedades de la tuba son el helicón y el sousaphone, aunque este último es un desarrollo del helicón. El origen de este curioso instrumento data de 1849. Surgió para facilitar el manejo de las grandes tubas mientras se toca de pie o caminando. Las características son las mismas que una tuba baja o contrabaja, con la única diferencia de su diseño en espiral para enroscarla al cuerpo del intérprete. La única desventaja residía en su forma, debido a que parte del sonido se perdía al proyectarse hacia un lado.
El sousaphone, patentado por el director de banda estadounidense Philip Sousa, modificó la campana apuntándola hacia delante para obtener un sonido cálido y lleno.

Después de estas modificaciones, la evolución constructiva de la tuba continuó sin grandes cambios, pero eso lo dejaré para próximos reportajes.





Partes de la Tuba






Qué lugar ocupa en la distribución espacial de los instrumentos de la orquesta.



Si miramos desde el podio del director o desde el patio de butacas, la tuba suele estar colocada arriba a la derecha, sentada a continuación de los trombones, concretamente al lado del trombón bajo, con el que forma un equipo inseparable. Esto es lo más habitual, aunque en algunas obras su colocación es distinta a requerimiento del compositor. Un ejemplo de esto puede ser “El sueño de una noche de verano” de Mendelssohn, en donde no hay trombones y suele estar sentado al lado de las trompas, si bien hay que decir que esta obra fue originalmente escrita para “oficleido”, aunque ahora se toca con la tuba. Pocas veces podemos encontrar obras donde haya dos o más tubas, por lo que es de los pocos instrumentos de la orquesta que suelen estar solos. Concretamente Berlioz (“Sinfonía Fantástica”, “Requiem”, “Gran Misa de Difuntos”, etc.) y Richard Strauss (“Así habló Zarathustra”, “Sinfonía Alpina”) son dos de los pocos compositores famosos que emplearon dos o más tubas (más de dos, concretamente seis, sólo en el “Requiem” de Berlioz). Cuando es así se colocan uno al lado del otro en su mismo emplazamiento habitual, a excepción del Réquiem, donde están distribuidas en diversas fanfarrias que se tocan desde los palcos del teatro.


¿En qué estilos musicales podemos encontrar a la tuba fuera de la orquesta sinfónica?


En la actualidad, este instrumento se puede encontrar en todos los campos de la música y en las más diversas agrupaciones. Su papel dentro de las bandas es fundamental, ya que en las transcripciones asume el rol de los contrabajos, además de tener su propio trabajo como tuba. Dentro de las “brass bands”, que tanta tradición tienen en los países anglosajones, todavía tiene más importancia si cabe.
Dentro de la música de cámara su formación por excelencia es el quinteto de metales, en el que el instrumento cobra un mayor protagonismo, asumiendo otros papeles distintos a los de la banda o la orquesta, pero conservando el fundamental, que es el de ser soporte rítmico y armónico del grupo en el que se haya encuadrado.
Dentro de la música popular lo podemos encontrar en el jazz, en cuyos inicios tuvo un papel fundamental (New Orleans, “Dixieland”,…). En la actualidad hay grandes interpretes de la tuba dentro del mundo del jazz, como Bob Stewart, Jon Sass, Michel Godard, Sam Pilafian, Howard Johnson y un largo etc.

También ha sido utilizada por las grandes estrellas del rock, como Pink Floid (“The wall”), Peter Gabriel, Alan Parsons Proyect (“Pirámide”), Supertramp (“Breakfast in America”), etc., aunque solo aparece de una manera muy testimonial y buscando algún efecto muy especial.

¿POR QUE EXISTEN UNA TUBA BAJO Y OTRA CONTRABAJO? ¿TIENE ALGO QUE VER ESTO CON LA EJECUCIÓN Y EL REPERTORIO?



En la actualidad las orquestas buscan un sonido y volumen mucho mayor, amplio y potente que las agrupaciones de épocas anteriores. Por supuesto esto lleva aparejado que el desarrollo técnico de los interpretes sea mucho mayor y que los instrumentos tengan avances técnicos y sufran las modificaciones precisas para alcanzar lo que la orquesta moderna necesita.


Este es el motivo por el que hay dos tipos diferentes de tubas. La Contrabajo, que es una Tuba de dimensiones muy grandes que produce un sonido colosal y voluminoso. Se utiliza para el repertorio llamado "grande" de orquesta, como la tetralogía de Wagner, sinfonías de Bruckner, Mahler, Shostakovich, y mucho más.
En las escuelas Alemana, Inglesa y Francesa sólo se utiliza este tipo de Tuba para  el repertorio  antes descrito y no para repertorio de solista. Pero sin embargo, se da el caso de que la escuela Americana emplea igualmente la tuba Contrabajo en Do para el repertorio de solista y que la escuela Rusa, como ya dije antes, usa esta Tuba tanto para el repertorio de solista como para el de orquesta.

En cuanto a la Tuba Bajo, se utiliza en cualquiera de los dos tipos de repertorio;  de orquesta y de solista.

La Sinfonía Fantástica de Héctor Berlioz, compuesta en 1830, es la primera obra orquestal en la que aparece la tuba pero no desde la composición inicial.

Berlioz escribió  la obra para lo que en ese momento en las Orquestas Francesas se utilizaba como bajo en la sección de metales: el Ophicleide, un instrumento de forma alargada similar al Fagot ruso pero de metal con sistema de llaves como el utilizado por el saxofón. En un viaje que Berlioz realizó a Alemania, conoce la tuba y queda tan impresionado por ese nuevo instrumento, que decidió usarlo inmediatamente;  al volver a Francia elimina del manuscrito la palabra "Ophicleide" y la reemplaza por "Tuba". 
De cualquier forma hay que aclarar que esa primera Tuba no era como las que hoy se utilizan y conocen a pesar de tener cierto parecido con las Tubas bajas en Fa que hoy conocemos.
Si observamos atentamente la parte de tuba de la Fantástica descubriremos que el registro es muy agudo, para que en ese entonces, pudiera ser interpretada como hoy la conocemos. Y además, utiliza dos tubas en vez de una.

La Tuba Bajo posee su repertorio orquestal específico. Enumerando algunas de las obras donde se usan tanto Tubas bajas en Fa y/o Mib son: “Sinfonía Fantástica”, “Marcha Húngara” de la Condenación de Fausto de Berlioz, “Sueño de una noche de Verano” de Mendelssohn, “Till Eulenspiegel” de R. Strauss, “Los Maestros Cantores de Nürenberg”, Preludio al 3er acto de “Lohengrin”, Obertura “Fausto” de Wagner, 3er mov. de la Sinfonía "Titán" de Mahler, etc.

Existen obras en las que se utilizan ambas tubas (Contrabajo y Bajo). Por ejemplo la Sinfonía "Titán" de Mahler : Durante toda la obra se usa la Contrabajo, salvo, en el comienzo del 3er. movimiento, donde la Tuba toca el solo que da pie al inicio de un canon entre el primer Contrabajo y el primer Fagot.
Para comprender mejor cada una de estas escuelas, es importante conocer que existen  cuatro tipos de tubas: Tuba Bajo en Fa y en Mib y  las Tuba Contrabajo en Sib y en Do y sobre las Escuelas de Tuba mas reconocidas que hay en el mundo: Alemana, Americana, Inglesa, Francesa y Rusa.
Atendiendo a lo anterior, procedamos a complementar las tubas por  sus tonalidades de fabricación con las escuelas donde son más utilizadas.

- Escuela Alemana: Tubas Contrabajo en Sib y la Bajo en Fa
- Escuela Norteamericana: Tuba Contrabajo en Do ó Sib y Tuba en Fa.
- Escuela Inglesa: Tuba Contrabajo en Sib y Bajo en Mib
- Escuela Francesa: Tuba Contrabajo en Do y Bajo en Fa
- Escuela Rusa: Tuba Contrabajo en Sib


Se da el caso específico de Francia donde el Eufonio como instrumento de uso diario para un tubista, se debe en gran medida a la influencia que dejó Adolph Sax, el creador del Sax Horn (el Eufonio moderno), en Francia.

La Rusa es otra de las Escuelas que tiene una particularidad, que es que se utiliza únicamente la Tuba Contrabajo en Sib para realizar todo el repertorio, ya sea de orquesta ó como solista.

Como habrán notado, en las distintas escuelas se utilizan Tubas de la misma tonalidad, pero ello no impide que existan diferencias entre los instrumentos por ejemplo en cuanto a material de fabricación y forma de construcción.

Además de esas diferencias existen otras no menos importantes como es el estilo de las agrupaciones orquestales.El sonido de las diferentes orquestas, las formas interpretativas, los planteamientos y deseos sonoros del director influyen también. 

La afinación que emplean las orquestas es otra diferencia entre las escuelas. Volvamos a tomar Alemania como ejemplo, allí se afinan normalmente con el La a 443 Hz. , sin embargo en EE.UU. lo usual es que se afine a 441 Hz. Esto puede generar lo que se da a conocer como sonido “Oscuro” ó Sonido “Brillante”.

Existen Tubas del mismo tipo y tonalidad pero diferentes en tamaño y material. Es por ello que nos encontramos con que las diferentes escuelas tienen distintas ideas de sonido.

Pongamos como ejemplo el siguiente caso: La Tuba en Sib que se usa para orquesta en Alemania -de gran tamaño para sobreponerse en las obras sinfónicas grandes- no es la misma que la Tuba en Sib de la escuela Rusa -más pequeña para poder abarcar todo el registro y el repertorio con esa sola tuba.

Otro factor importante que afecta el sonido de un instrumento es la aleación del metal que utilizan los fabricantes. A mejor calidad del material, más segura y buena será la sonoridad del instrumento.

Quisiera agregar algo. Hasta ahora me ocupé de hablar de escuelas foráneas  y seguramente la pregunta de que escuela es la que existe en España rondará por las cabezas de los lectores. Pues lamentablemente, aún no existe una escuela denominada específicamente como española, si bien es cierto que el nivel del instrumento es muy alto y los interpretes españoles son reconocidos como muy valiosos y con alto nivel interpretativo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.


El uso de la Tuba en Do, sea Bajo o Contrabajo es el más extendido, sin descuidar  el creciente interés por las Tubas en Fa para su uso determinado, las formaciones camerales de metal.

Escuelas de Tuba


Para comprender mejor cada una de estas escuelas, es importante conocer que existen  cuatro tipos de tubas: Tuba Bajo en Fa y en Mib y  las Tuba Contrabajo en Sib y en Do y sobre las Escuelas de Tuba mas reconocidas que hay en el mundo: Alemana, Americana, Inglesa, Francesa y Rusa.
Atendiendo a lo anterior, procedamos a complementar las tubas por  sus tonalidades de fabricación con las escuelas donde son más utilizadas.

- Escuela Alemana: Tubas Contrabajo en Sib y la Bajo en Fa
- Escuela Norteamericana: Tuba Contrabajo en Do ó Sib y Tuba en Fa.
- Escuela Inglesa: Tuba Contrabajo en Sib y Bajo en Mib
- Escuela Francesa: Tuba Contrabajo en Do y Bajo en Fa
- Escuela Rusa: Tuba Contrabajo en Sib


Se da el caso específico de Francia donde el Eufonio como instrumento de uso diario para un tubista, se debe en gran medida a la influencia que dejó Adolph Sax, el creador del Sax Horn (el Eufonio moderno), en Francia.

La Rusa es otra de las Escuelas que tiene una particularidad, que es que se utiliza únicamente la Tuba Contrabajo en Sib para realizar todo el repertorio, ya sea de orquesta ó como solista.

Como habrán notado, en las distintas escuelas se utilizan Tubas de la misma tonalidad, pero ello no impide que existan diferencias entre los instrumentos por ejemplo en cuanto a material de fabricación y forma de construcción.

Además de esas diferencias existen otras no menos importantes como es el estilo de las agrupaciones orquestales.El sonido de las diferentes orquestas, las formas interpretativas, los planteamientos y deseos sonoros del director influyen también. 

La afinación que emplean las orquestas es otra diferencia entre las escuelas. Volvamos a tomar Alemania como ejemplo, allí se afinan normalmente con el La a 443 Hz. , sin embargo en EE.UU. lo usual es que se afine a 441 Hz. Esto puede generar lo que se da a conocer como sonido “Oscuro” ó Sonido “Brillante”.

Existen Tubas del mismo tipo y tonalidad pero diferentes en tamaño y material. Es por ello que nos encontramos con que las diferentes escuelas tienen distintas ideas de sonido.

Pongamos como ejemplo el siguiente caso: La Tuba en Sib que se usa para orquesta en Alemania -de gran tamaño para sobreponerse en las obras sinfónicas grandes- no es la misma que la Tuba en Sib de la escuela Rusa -más pequeña para poder abarcar todo el registro y el repertorio con esa sola tuba.

Otro factor importante que afecta el sonido de un instrumento es la aleación del metal que utilizan los fabricantes. A mejor calidad del material, más segura y buena será la sonoridad del instrumento.

Quisiera agregar algo. Hasta ahora me ocupé de hablar de escuelas foráneas  y seguramente la pregunta de que escuela es la que existe en España rondará por las cabezas de los lectores. Pues lamentablemente, aún no existe una escuela denominada específicamente como española, si bien es cierto que el nivel del instrumento es muy alto y los interpretes españoles son reconocidos como muy valiosos y con alto nivel interpretativo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.


El uso de la Tuba en Do, sea Bajo o Contrabajo es el más extendido, sin descuidar  el creciente interés por las Tubas en Fa para su uso determinado, las formaciones camerales de metal.